Acaso la aspiración ineludible de todos los ensayistas consiste en enfrentarse con la moral de su tiempo: inquirir, examinarla, desmentirla. Si bien es cierto que basta un vistazo por cualquier biblioteca para comprobar que la tradición intelectual del disentimiento antecede al ensayo, la historia ha probado que ningún otro género se le compara a la hora de reconfigurar nuestro entendimiento de la realidad política y social.

Ser original implica discordar con el poder. Esta conferencia busca entender la dinámica en la que el pensamiento íntimo puede ser, a la vez, disruptivo y transformador. De Hume a Thoreau, se hace un recuento de las posibilidades del ensayo como un reformador del mundo.

Impartida por Leonardo Gutiérrez Arellano