En el marco de las actividades de Guadalajara como Capital Mundial del Libro del la UNESCO, el Foro LARVA, albergó el Ciclo de Música y Literatura los días 13, 20 y 27 de septiembre y 4 de octubre.
Este ciclo consistió en cuatro conciertos a piano y voces a través de un viaje por la figura musical alemana denominada lied —canción lírica—, que consiste en la musicalización de obras literarias o poemas; un género muy empleado en la tradición germana del romanticismo.
Se visitaron cuatro regiones geográficas que produjeron su propia música sin perder el estilo lied, con obras en alemán, francés, inglés y español.
El Coro Municipal de Guadalajara, el tenor Benito Rodríguez, el barítono Jesús Suaste acompañado en el piano por Arturo Suaste, y la mezzosoprano Grace Echauri acompañada por el pianista José Luis González, dieron vida a grandes composiciones europeas y latinoamericanas..
El martes 20 de septiembre Benito Rodríguez abordó temas clásicos como “La viuda alegre”, de la opereta de Franz Lehár; “Bring him home”, conocida por su aparición en Les Misérables; “Danny Boy”, una de las canciones más representativas de la cultura irlandesa; y “El hombre de La Mancha”, del musical basado en la obra para la televisión Yo, Don Quijote; entre otras.
El martes 27 de septiembre, Jesús Suaste, acompañado por Arturo Suaste en el piano, presentó un rico programa iberoamericano con canciones españolas de los siglos XV y XVI de Juan de Anchieta, Francisco de la Torre y Luis de Milán, para luego dar paso a temas de Xavier Montsalvatge, Rafael Alberti, Néstor Luján, Nicolás Guillén, Ildefonso Pereda Valdés y Carlos Guastavino. El remate perfecto fueron las Cuatro canciones porteñas sobre poemas de Jorge Luis Borges, de Astor Piazzolla,
En el concierto final, el martes 4, la destacada soprao Grace Echauri, junto al piano de José Luis González, ofreció piezas como “Kindertotenlieder” —Canciones a los niños muertos—, de Gustav Mahler; y las “Wesendonck Lieder” —Canciones de Wesendonck—, de Richard Wagner.
Sin duda un ciclo de recitales, que en un marco idóneo y con grandes voces e instrumentistas, honró las letras y la música, en sintonía con el sentido de la capitalidad mundial del libro tapatía.