Con un homenaje a la poeta Elsa Cross, comenzó el II Coloquio de Escritoras, que organiza la Secretaría de Cultura de Jalisco, en el marco del Día de la Escritora, que se conmemora el 15 de octubre. El evento, que se realizó en la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz, marcó el inicio de actividades celebradas hasta el 18 de octubre.
Durante la inauguración Lourdes González Pérez, secretaria de Cultura de Jalisco, destacó este ejercicio de justicia que visibiliza el talento activo que existe en el país, por lo que resulta muy emotivo que sean las escritoras, de distintas edades y géneros, quienes leen aquí sus propias obras. “Es un espacio íntimo para el encuentro entre creadoras y lectores. Es un llamado a la acción colectiva, juntas y juntos hacemos una especie de pacto para leer e impulsar a más mujeres. Esta determinación no viene de la condescendencia, sino de la fascinación. Es momento de poner al centro la escritura y el pensamiento de las mujeres”.
Por su parte la homenajeada Elsa Cross, agradeció la distinción y el reconocimiento en el marco del Día de la Escritora, mientras compartió con las y los asistentes los momentos más destacados en su carrera literaria que comenzó hace ya 60 años, con la publicación de sus primeros textos. “Acepto con gratitud este homenaje que no quisiera recibir a título personal, sino de todas las mujeres que aman la poesía, que la leen y escriben”.
En su intervención, Cross recordó distintas etapas de su carrera literaria. Su paso por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM en 1964; su participación en el taller de Juan José Arreola, que fue fundamental en su formación, la asesoría de Juan Rulfo, la crítica de Juan Carvajal, su encuentro con Octavio Paz o la obtención de los premios Diana Moreno Toscano y el Concurso Nacional para Poetas Jóvenes convocado por la SEP, que le valió la publicación de sus textos en la colección Las dos orillas, de la editorial Joaquín Mortíz, que nunca había publicado a ninguna mujer, ni a nadie tan joven, pues tenía 24 años. Sin embargo, comentó, la verdadera transformación en su carrera llegó al encontrarse con la meditación. “En algún texto o entrevista he referido cómo en poco más de año y medio de haber empezado a meditar, aquel caos de versos tomó la forma de tres libros pequeños muy bien estructurados que formaron un volumen que encontró editor el mismo día que lo terminé. En 1978 viajé a la India deseando conocer al maestro que había cambiado mi vida tan radicalmente, ese encuentro es lo que marcó mi vida y mi escritura de la manera más profunda”.
Es así que a partir de los años 80 realizó distintas publicaciones de poesía y ensayo sobre mito, arte y pensamiento de la India y actualmente está por terminar una extensa antología sobre poetas místicos de la India, traducidos del inglés y el francés. “La práctica de la meditación propicia una trasformación constante, siempre está en movimiento, hace surgir una creatividad incesante y muy natural. Entre la aparición de mi primer libro y el segundo pasaron nueve años; y a partir de cuando yo comencé a meditar han aparecido 25 libros de poesía y muchos más de ensayo, traducción y antologías”.
Finalmente, respecto al papel de las mujeres escritoras señaló que “ojalá que aquí en México se lleve a cabo una lucha inteligente, que no descargue de manera ciega la justa furia y frustración de siglos, sin tomar en cuenta el contexto histórico de épocas pasadas. Y que no se intente excusar en una discriminación de género las propias deficiencias, si ha de ganarse esa lucha por una paridad, debe ser desde el trabajo y el talento, desde una competitividad genuina y no desde una asignación de cuota, que es más degradante que la exclusión”.
El programa del coloquio incluyó la presentación de la pieza de arte narrativo “Gorda”, en el Edificio Arroniz, con Jenny Valencia Alzate y el Homenaje a la narradora y poeta Lucero Alanís, en la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz.
